De lujosas vacaciones al sol a una sorprendente primera experiencia de camping

Este verano estuvimos de viaje con la caravana Adria Altea. Como familia de tres miembros con una hija de 3 años, fue toda una aventura. Después de todo, nunca antes habíamos viajado con una caravana. Nuestra hija pequeña, Lauren, estaba encantada con la idea de irse de vacaciones con una especie de casa de juegos móvil.

Decidimos ir al camping Buitenland; un camping situado en Drenthe, en el pueblo de Zandpol, cerca de la frontera con Alemania, de ambiente «libre». Divertido para los niños, con un lago para nadar y una pequeña piscina, pero también muy relajante para los adultos. «Vive libremente, todo está permitido». Y con la previsión del tiempo, nos esperaba una semana muy agradable y soleada, ¡para los estándares holandeses!

Salimos del aparcamiento situado detrás de nuestra casa con una ligera excitación. Decidí comprobar si podíamos dar la vuelta (todavía resulta un poco inquietante no chocar contra el lateral de un coche), cuando descubrí que la puerta de la caravana seguía abierta. Uy... otra vez algo realmente importante.

Afortunadamente, el resto del viaje transcurrió sin contratiempos y la colocación de la caravana en nuestra parcela de la esquina también fue muy fácil. Colocamos la lona del suelo, desplegamos la mesa y las sillas y nos tomamos una copa de vino. Nos lo merecíamos.

Dormimos de maravilla. A Lauren le encantó que durmiéramos todos en la misma habitación. Y despertarte por la mañana y abrir la ventana en medio del bosque con ese aire tan agradable del bosque y levantarte tranquilamente... Realmente lo disfruté. Normalmente nos van las vacaciones de sol más lujosas, así que recibimos muchas reacciones a nuestros planes por parte de los que nos rodeaban; «¡¿Os vais de camping?!». Pero me di cuenta de que esta semana disfrutamos mucho de estar al aire libre, de la naturaleza, de los bosques, de la sencillez. Nos dio paz y nos despejó la cabeza.

El segundo día, decidimos aventurarnos con el toldo. Me había preparado para un posible divorcio, ¡pero fue sorprendentemente bien! En poco menos de 40 minutos estaba todo montado y teníamos un bonito espacio extra para guardar nuestras cosas. Por las noches lo pasamos muy bien aquí, con unas luces acogedoras, velas en la mesa y el olor de todas las hogueras del camping.

Lo pasamos muy bien en el camping (muy recomendable). Hay veladas acogedoras en el restaurante, con música, un concurso en el pub, noche de pizza y en el parque infantil los niños se divierten. También es divertido ver los insólitos coches, tiendas de campaña, caravanas, autocaravanas y campers que tiene la gente. La caravana de Bassie y Adriaan no desentonaría. Decoración, luces, braseros, música y, por lo tanto, lo mejor de lo mejor.

Durante las vacaciones, disfrutamos sobre todo al aire libre y estando juntos. Hicimos cosas sencillas como ir al lago a nadar, comer, pasear, hacer manualidades y, por supuesto, no podían faltar unas cuantas partidas de petanca. Conocimos a gente agradable, comimos, bebimos y nos sentamos al sol. ¿Qué más se puede pedir?

El último día nos llovió un poco y visitamos Plopsaland. Después, pudimos (afortunadamente) limpiar y empaquetar nuestras cosas con sol y volvimos a casa. Sacar la bolsa de la basura poniéndola en el parabrisas fue, por supuesto, algo imprescindible para vivir una auténtica experiencia de campista 😊

¡La semana pasó muy rápido y la disfrutamos mucho!

Sander, Stéphanie y Lauren