El Tesla Model X se combina con la Adora 613 PK
Los retos y las ventajas de conducir un remolque con un vehículo eléctrico (VE).Como bien saben los campistas experimentados, al remolcar una caravana hay muchos factores a tener en cuenta, desde la seguridad y comodidad hasta la planificación de la ruta. Remolcar con un vehículo eléctrico (VE) en lugar de con un vehículo con motor de combustión interna (MCI) resuelve algunos problemas y plantea otros nuevos.
Como propietarios de un Tesla Model X y una caravana Adora 613PK de 2019, compartiré nuestras experiencias con un VE como vehículo de remolque y daré algunos consejos y opiniones para ayudarle a tener una mejor experiencia.
Si está considerando remolcar con un VE, es probable que sea consciente de un reto importante: la autonomía.
Antes de comprar una caravana, experimenté de primera mano lo que es la ansiedad por la autonomía al conducir un VE. Sin embargo, con la experiencia, uno aprende enseguida y se siente tan cómodo con la autonomía como con el volumen del depósito de gasolina.
Con una caravana «normal» en las condiciones de conducción habituales, cabe esperar una autonomía de entre 100 y 225 km. La cifra exacta vendrá determinada por varios factores, sobre todo la capacidad de la batería, la aerodinámica y la velocidad.
Conduzco un Tesla Model X Long Range junto con una Adora 613PK.
Sé por experiencia que en una conducción normal por autopista a unos 80 km/h utilizaré una media de 380-400 Wh/km.
La capacidad total de la batería del coche es de 103 kWh, con una capacidad útil de 98 kWh.
Dividiendo el consumo por la capacidad, la autonomía máxima en condiciones óptimas es de 245 km, desde que la batería está llena hasta que está completamente vacía.
También es importante dejar un margen de seguridad, ya que llegar a una estación de carga con casi un 0 % de batería restante puede ser un poco estresante. En resumen, tengo aproximadamente la mitad de la autonomía normal.
Pero hay algunas cosas que se pueden hacer para mejorar la autonomía y más adelante volveré sobre ello.
Otra cuestión relacionada con la autonomía es el tiempo de carga.
La mayoría de los coches tienen lo que llamamos una curva de carga «decreciente», en la que la velocidad o potencia de carga es máxima en los niveles bajos de la batería y va disminuyendo a medida que se acerca a la batería llena.
No pasa nada si mientras tanto aprovecha para comer o hacer otra cosa, pero si tiene prisa es un fastidio.
Por eso la mayoría de la gente sólo carga sus coches rápidamente hasta aproximadamente el 85 %, lo que le da unos 180-200 km entre cada parada de carga.
El lado positivo es que en la Adora siempre tendrá un lugar cómodo donde quedarse mientras carga, ¡y un cuarto de baño!
Una pregunta que nos suelen hacer es la siguiente:
«¿Qué hacéis con la caravana cuando está cargando? ¿No cuesta mucho trabajo desengancharla?».
En primer lugar, sólo la desenganchamos la mitad de las veces que cargamos, más o menos. Muchos cargadores tienen algunos estacionamientos en los que se puede aparcar en paralelo al cargador, por lo que no es necesario desengancharla. Cuando no es posible aparcar en paralelo, por lo general siempre encontramos un hueco libre cerca. Con la práctica, en menos de un minuto la desenganchará y estará listo para cargar.
Tenga en cuenta que la velocidad y la curva de carga, así como la capacidad de la batería, serán diferentes según el modelo de coche.
Remolcar una caravana con un vehículo eléctrico ofrece varias ventajas que van más allá de las medioambientales (¡y el futuro es eléctrico!).
Los VE suelen presentar una gran distancia entre ejes, un peso elevado y un centro de gravedad bajo, lo que mejora significativamente la estabilidad al remolcar.
Esto no elimina la necesidad de una distribución adecuada del peso, pero hace que la caravana oscile menos.
El control de balanceo del remolque en el coche es otra característica importante, ya que el sistema ESP del coche reconoce que lleva remolque y trabaja para eliminar el balanceo. Esta característica no es exclusiva de los vehículos eléctricos.
La mayoría de los coches del mercado actual no están diseñados para remolcar.
Suelen tener motores de tamaño reducido para mejorar el ahorro de combustible y reducir las emisiones. Por el contrario, los VE están diseñados para proporcionar un par elevado y uniforme, lo que hace que remolcar cuesta arriba sea coser y cantar.
«Con un VE, puede disfrutar de una experiencia de remolque potente y eficiente sin preocuparse por si tiene suficiente potencia».
Si le gusta practicar la acampada libre, le encantará la función V2L que ofrecen muchos VE.
Esta característica le permite utilizar la batería de su coche como una batería gigante. La energía disponible en la mayoría de las baterías de los VE permite acampar cómodamente todo el fin de semana sin necesidad de una fuente de alimentación externa.
Con la función V2L podrá alimentar su equipamiento de camping o los electrodomésticos de su caravana, lo que simplificará su experiencia de acampada.
Para muchos campistas, el encanto de acampar es estar rodeados de naturaleza y llevar una vida más sencilla. Remolcar una caravana con un VE contribuye a crear un entorno más sostenible al reducir las emisiones de gases de escape. Esto añade un plus de satisfacción a la experiencia de acampar, ya que le hará sentir que está poniendo su granito de arena.
Remolcar una caravana con un VE ofrece varias ventajas, así que si está pensando en cambiar de coche pronto, remolcar una caravana no debería ser un impedimento para adquirir un VE.
Además, puede facilitar la acampada libre (donde esté permitida) puesto que permite compartir la energía de su coche con la caravana.
El noruego Chris Gati conduce un VE desde 2015 y va con caravana desde 2019. Acaba de recibir una Adora de nueva generación y pronto nos pondrá al día de sus próximas aventuras con VE.